Hoy, 14 de febrero de 2023, se cumplen 56 años desde la firma del Tratado para la Proscripción de las Armas Nucleares en América Latina y el Caribe, también conocido como Tratado de Tlatelolco en 1967. El Tratado prohíbe el desarrollo, adquisición, ensayo y emplazamiento de armas nucleares en la región de la América Latina y el Caribe.
Durante la Guerra Fría, los Estados Latinoamericanos y Caribeños percibían que la posible intromisión de armas nucleares convertiría a la región en blanco de eventuales ataques nucleares y provocaría fatalmente una ruinosa carrera armamentista. En consecuencia, los Estados de la región iniciaron un proceso de negociación que culminó con la adopción del Tratado de Tlatelolco.
El punto de partida que hizo posible la desnuclearización militar de la América Latina fue la Declaración Conjunta hecha pública el 29 de abril de 1963 por cinco Presidentes latinoamericanos, a iniciativa del entonces Presidente de México, Adolfo López Mateos, quien dirigió, el 21 de marzo de dicho año, sendas cartas a los Presidentes de Bolivia (Víctor Paz Estenssoro), Brasil (João Goulart), Chile (Jorge Alessandri) y Ecuador (Carlos Julio Arosemena), invitándolos a hacer conjuntamente “una Declaración por la que anunciáramos nuestra disposición para firmar un acuerdo multilateral con los demás países de América Latina, en el cual se establezca el compromiso de no fabricar, recibir, almacenar ni ensayar armas nucleares o artefactos de lanzamiento nuclear”. Dicha Declaración destacaría el anhelo de que a ella pudieran eventualmente adherir el resto de las naciones latinoamericanas, a los fines de que llegara a constituir para nuestros pueblos, una especie de carta libertadora de toda amenaza nuclear.