Hoy, recordamos 143 años de la defensa de Calama, producto de la invasión chilena, rindiendo homenaje a nuestras heroínas y héroes que defendieron el Litoral boliviano, con los más altos valores de patriotismo. Mantenemos viva la memoria de Eduardo Abaroa, Ladislao Cabrera, Genoveva Ríos, Juancito Pinto, entre muchos otros, como grandes ejemplos de heroísmo, pues ofrendaron sus vidas en la defensa de nuestra amada Patria.
En 1879, la invasión militar chilena a los puertos bolivianos, arrastró a nuestro país a una guerra entre pueblos hermanos, que no deseó ni buscó, y en la que perdimos miles de vidas. Fue una guerra ocasionada por el deseo de Inglaterra de tener el control sobre dos recursos fundamentales para la revolución agrícola de Europa: el salitre y el guano, elementos base para la fabricación de fertilizantes. Fue una guerra de agresión, en la que oligarquías chilenas estaban al servicio de intereses ingleses y se había armado en la medida de sus intenciones de ocupación territorial, mientras que Bolivia y Perú fueron sorprendidos desprovistos de medios bélicos. Pero también es necesario señalar que las clases dominantes bolivianas fueron cómplices indirectas de la pérdida de nuestra cualidad marítima, pues no tuvieron la capacidad de construir un Estado que resguardara nuestro territorio, nuestra soberanía y nuestros recursos naturales.
El 14 de febrero de 1879 Chile ocupó el puerto boliviano de Antofagasta, el 21 de marzo atacó Calama y el 23 de marzo mataron a Eduardo Abaroa, que defendía puente de Topáter, sin rendirse pese a la superioridad del enemigo, en uno de los actos más heroicos de esa injusta guerra. Por otro lado, la oligarquía minera boliviana, encabezada por Aniceto Arce, en complicidad con Narciso Campero, habían confabulado para llevar al fracaso a Daza para defender los intereses mineros ligados al capital chileno. Por otro lado, la oligarquía minera boliviana, encabezada por Aniceto Arce, en complicidad con Narciso Campero, habían confabulado para llevar al fracaso a Daza, para defender los intereses mineros ligados al capital chileno. Un Golpe de Estado selló la suerte de Daza.
Esta injusta guerra del siglo XIX, debe ser hoy un llamado a la atención de las bolivianas y bolivianos, sobre la importancia de la defensa de nuestra soberanía y nuestros recursos naturales.
Vía:@LuchoXBolivia